28.11.14

Baudelaire y Whitman

Si ya de por sí me preocupa dónde voy a seguir colocando los libros que llegan a casa, no digamos cuando lo hacen a pares y de este tamaño. El mismo día recibí, y es un regalo que agradezco, la nueva edición de Las flores del mal, de Baudelaire, en traducción de Manuel J. Santayana e ilustraciones de la fotógrafa Fiona Morrison, y Hojas de hierba, de Whitman, traducido, ahí es nada, por Eduardo Moga. 
El primero tiene 592 páginas y el segundo... ¡1.584! Un festín, vamos. 
Los dos aguardan imponentes encima de la mesa. El grosor es casi el mismo (por el excelente papel de la edición de VR). Será un placer volver sobre los versos que uno leyó por primera vez cuando era muy joven. Todavía recuerdo, por cierto, la edición de Whitman que puso en mis manos un día de verano Javier Calleja, nuestro malogrado amigo, a unos pasos de donde vive ahora mi hermano Fernando, su discípulo, con las magníficas vistas de la catedral placentina enfrente. Tampoco olvido el Baudelaire de Martínez Sarrión, en la benemérita colección Libro de Bolsillo de Alianza, donde descubrí como es debido esa maravilla. Mi edición está fechada en marzo de 1983. Costó 240 pesetas.