16.5.13

Homenaje a García Calderón

Aunque no hubiera podido asistir, me enteré tarde y mal del homenaje que la Unión de Bibliófilos Extremeños (UBEx) dedicó en su Día al poeta y fiscal (Jefe de Andalucía) Jesús García Calderón. Fue el pasado sábado en Badajoz, donde nació.
No vi la noticia en el periódico. Tal vez se creyó que su alcance era local. O ni eso. Además, desde que Pecellín Lancharro está al frente de esa venerable institución, no recibo nada. Ni información siquiera. Todos sus antecesores tuvieron a bien hacerme llegar sus cuidadas publicaciones. Y no por obligación, que conste: nunca he sido socio de la misma (por simple coherencia: no me considero bibliófilo). Pero aquéllos, ya se ve, le apreciaban a uno.
Desde la distancia, o, por decirlo mejor, desde el ostracismo, me sumo, siquiera a destiempo, a ese oportuno homenaje. Me hubiera gustado, como ocurrió en el libro dedicado a Castelo con motivo de un agasajo semejante, haber dicho por escrito lo que pienso de él y de su obra, a la que tengo en tan alto aprecio. Eso suponiendo que los recortes o la inepcia no hayan terminado también con esa edición conmemorativa.
"La cultura no es un privilegio ni un capricho, es la fuente de la prosperidad, es nuestra primera fuente de ingresos y debe cuidarse como una industria no contaminante", dicen que dijo JGC. También que "las humanidades son las que animan la verdadera prosperidad" y "las regiones que apuestan por la cultura se adelantan a las demás, combaten el pesimismo y encuentran una senda más airosa para afrontar el futuro". A ver si le hacen caso.
Sí, eso y mucho más manifestó en su enjundiosa charla, "La solución olvidada de la cultura", que ha tenido la amabilidad de mandarme y he podido leer, con la debida calma, al completo.
Su homenaje, por cierto, coincide con una exposición dedicada a su padre, el periodista Antonio García Orio-Zabala (1913-1975). En el catálogo firma el extenso texto "Crónica y olvido de un maestro", que también tendré el gusto de leer como es debido.