12.4.13

Siciliana

Como el título de la primera entrega de los diarios de César Simón. Sí, una de mis obesiones favoritas es Sicilia, la isla mediterránea que, por cierto, tanta y tan buena literatura ha dado. El pasado sábado, sin ir más lejos, dedicaba Juan Bonilla, en El Mundo, un artículo a El Gatopardo con motivo del cincuentenario de la película que sobre la inolvidable novela de Lampedusa realizó Visconti. La lista de autores que podríamos añadir al noble palermitano sería larga. En lo que a uno respecta, desde los clásicos Quasimodo, Pirandello, Sciascia, Verga, Consolo y Bufalino, hasta, pongo por caso, Simonetta Agnello Hornby. No me disgustó La Mennulara (Tusquets).
Nunca he estado allí. Pocas cosas me gustarían más. Aparte de los libros y los documentales, me han hablado de ella, en primera persona, Iñaki Abad, que fue profesor de español en la universidad de Catania, y mi hijo, que la visitó gracias a un intercambio de su instituto. El primero, claro, con más pasión.
Será interesante leer en su diario las impresiones de Trapiello, que anduvo por allí el año pasado. Por cierto, el poeta se refiere a Sicilia como "la otra Extremadura". Puede que de ahí...

Casco antiguo de Ragusa















Hace semanas que sigo la serie televisiva Comisario Montalbano, el personaje de Andrea Camilleri (a quien, ay, no he leído), y no tanto por las intrigas que propone cuanto por los paisajes que refleja, de ciudades y pueblos sicilianos y, no pocas veces, de interiores campestres y bonitas zonas costeras. Un Montalbano, por cierto, que se me parece bastante, en las hechuras, a mi amigo Miguel Ángel Lama, lo que le da a esa visión sabatina un añadido curioso.
No es ajeno a este fervor siciliano mi entusiasmo por Bagheria, el libro de Dacia Maraini que comenté aquí atrás.
Mientras llega ese figurado día en que uno pueda visitar Palermo, Racalmuto (la patria chica de mi admirado Sciascia) o Agrigento, me contentaré con seguir leyendo libros y viendo documentales sobre esa isla idealizada y luminosa donde la Mafia existe, el Etna sigue activo y sopla a veces el pertinaz siroco.