12.5.12

Librero

Recibí ayer un mensajino de mi librero, parco en palabras internáuticas, donde me comunicaba que había recibido, por fin, ejemplares de Un centro fugitivo y me felicitaba por la antología. Es "una edición muy bonita, presentada y cuidada". Y ya en tono de coña, algo muy propio en él, añadía: "Desde ayer en tu librería habitual, destacada en escaparate". Por la tarde, a la vuelta de Correos, bajo un calor sofocante, pasé a verlo. Me hubiera gustado mostrar aquí una imagen de cómo ha quedado, pero... Arriba, encima de una mesita, también había colocado con gracia otro puñado de libros. Sólo lo hace con los de casa. Con los del ya famoso GHB, por ejemplo. Detalles, en fin, de quien desde hace muchos años, por cuenta propia o por cuenta ajena, ejerce de bendito intermediario entre los libros y nosotros. Un librero.