24.5.12

(Ex) Cultura extremeña (1)

Hace una semana larga que escribí esta reflexión en dos partes. Luego decidí que debería callar o dejar que hablaran otros (que ni lo han hecho ni lo lo harán). Alguien, al fin, se ha dignado a pronunciarse (me refiero al teatrero Javier Leoni que firmaba ayer un artículo en el diario HOY titulado "¿Qué cultura extremeña?") y sólo ahora me animo a entrar también en liza. Está uno cansado de monólogos.

Ganas me dan de empezar como José María Parreño en un reciente artículo de El País: "La cultura es demasiado importante como para dejarla en manos de los políticos". Precisamente uno, Pedro del Pino, que al parecer fue diputado del PP y ahora es jefe de servicio en una Consejería, ha publicado un artículo propagandístico en el diario HOY -donde le han fichado como colaborador- en defensa de la impecable labor cultural de su partido en Extremadura y de paso, cómo no, para criticar la dichosa herencia recibida; esto es, la gestión de los socialistas. Ellos lo hacen mejor y por mucho menos, viene a decir. Al poco de empezar, lanza una afirmación temeraria que, según él, define "el criterio que ha seguido el Partido Socialista, durante largos años, en lo que al desarrollo de la política cultural en Extremadura se refiere: dinero de los contribuyentes a espuertas, sin control, con despilfarro y deteriorando la imagen de la región en el exterior". Todo mentira. O casi. Que hubo excesos y despilfarro, sin duda. ¿No lo eran, y tal vez lo sigan siendo, pongo por caso, los del Ayuntamiento popular de Badajoz con sus premios (uno asistió a cenorrios multitudinarios) y su Feria del Libro (made in Planeta)? A buen seguro menos que en el resto de España, con la diferencia de que aquí salíamos de un lugar al que algunos parecen empeñados en devolvernos dominado por la incuria, la apatía, el abandono, el analfabetismo... Un erial, en suma. Por eso era necesario un esfuerzo mayor. Y un gasto acaso semejante. ¡Si por no tener no teníamos ni bibliotecas!
¿Sin control? ¿Y qué hacía la oposición para evitarlo? ¿No era su obligación hacerlo? ¿Deteriorando la imagen de Extremadura fuera? Al revés, fuimos la envidia del resto de España. En lo literario, por nuestra modélica editorial pública, la Editora Regional, que sobrevive a duras penas, sacando adelante proyectos de su anterior director y gracias a la profesionalidad del pequeño equipo técnico que allí trabaja. Por las Becas a la Creación y las Ayudas a la Edición, también extintas. Por las Aulas de la AEEX, que aquella administración subvencionaba (con perdón) para quitarnos de encima siglos de atraso y darnos, de una santa vez, un baño de universalidad. Es hoy cuando hemos perdido nuestra imagen y volvemos a las sombras de una caverna nada platónica.
¿Los Premios Extremadura a la Creación? Sostengo desde hace años que el principio de nuestra debacle cultural (pública) empezó antes de la maldita crisis, gracias a la decisión, libremente adoptada por el señor Vara, presidente de la Junta -ahora Gobierno-, de nombrar consejera a una incompetente. Alguien que de libros, pongo por caso, ni sabía nada ni quería saber. De ahí a suprimir esos Premios, que tanto bien hicieron y tanto prestigio alcanzaron (por sus jurados y sus premiados), media un buen recorte.
No será uno quien defienda lo ocurrido en Mérida, pero, como ha pasado con la Orquesta de Extremadura, han estado en un tris de cargarse el Festival, que es, o eso parece, lo que a estos cultos-recién-llegados les pedía el cuerpo. La culpa, como todo, de la crisis y, cómo no, de la penosa herencia recibida.
De la Filmoteca, el Plan de Fomento de la Lectura (¿qué mejor plan para leer que el de publicar libros?), etc. mejor no hablar. Por mucho que él los cite. Ni de Museos como el MEIAC o el Vostell, antes emblemas de parte de lo bueno que por aquí sucedía, y eso que la Dirección General de Patrimonio es de lo poco que funciona. No en vano la consejera procede de ese mundo.