30.5.11

Mi calle

Conocí mi calle cuando era un camino de cabras, una vía llena de piedras y tierra por la que pasaban con frecuencia rebaños de ganado, pues por algo era (es) cañada. Hablo de los sesenta. Me he dado cuenta de que al pie de casa ya se ven algunas de aquellas piedras. Me ha hecho ilusión ese regreso a la infancia.
Hace más de ocho años que un alcalde popular asfaltó el medio de la calzada, por donde pasan los coches. El resto, donde éstos aparcan, quedó tal cual. Después de otros ocho de legislaturas socialistas, el deterioro es mayúsculo.
Unos días antes de las elecciones asfaltaron la Avenidísima (GHB dixit), aquí al lado. En un bar de la zona, alguien se preguntaba en voz alta el porqué, teniendo en cuenta, añadía, cómo estaba la Ronda, mi calle. Un parroquiano respondió con aplomo: porque aquí viven votantes del PP y la alcaldesa querrá arrancar unos votos.
Ya sólo espero que los arqueólogos se tomen cierto interés con el hallazgo. Qué menos.