12.12.10

A la biblioteca

Cuando leí en el periódico que la Asociación de Vecinos del barrio cacereño de La Cañada estaban intentando poner en marcha una biblioteca (que en realidad, me dicen, es municipal, pero sin dotación de libros), lo vi claro: localizo a esta buena gente y que vengan, si pueden, a por las cajas de libros que tengo apiladas en el molino. Era la única condición. Mejor uso, ninguno. Y allí en la soledad del campo sólo cogen humedad. Crucé un mensaje, vía web, con su presidente y ya cargamos ayer su coche con 17 cajas de revistas y libros que podrán leer los vecinos del citado barrio. Estoy a gusto, como quien cree que ha hecho, vete a ver, una buena obra.