14.12.09

Un poema de Dana Gioia

AGOSTO EN LAS COLINAS
DE CALIFORNIA

Me puedo imaginar a alguien que encuentre
Insoportables estos campos
Y que al subir bajo el calor la cuesta
Maldiga el polvo y triture
Bajo sus pies la mala hierba y desee
Unos árboles más para dar sombra.

Alguien llegado de la costa atlántica que desdeñe
La pobreza de estos veranos, las formas
Secas y retorcidas del olmo negro,
Malezas, chaparrales, un paisaje
Que agosto ya ha drenado de cualquier verde.

Alguien que se apresure bajo los cardos,
Las amapolas y las colas de zorro,
A sabiendas de que todo es mala hierba;
Alguien incapaz de entender que estos árboles
Y algunos matorrales amarillos
También tuvieron vida.

Odiará el resplandor del mediodía
Cuando nada se mueve y no sopla el viento.
Sólo verá otra cosa viva: el halcón
En busca de su presa, suspendido
En el azul solar y cegador.

Sin embargo, para alguien
Crecido en un país escaso en lluvias,
Qué apacible parece la silueta
De una colina, interrumpida apenas
Por no más árboles
De los que uno puede contar,
Cielo vacío, deseo de agua y pasto.

Versión de José Emilio Pacheco