23.8.09

Otoño anticipado

El otro día recorrimos buena parte de la Sierra de Gata, que para mí, por cierto, sigue siendo, por decirlo de algún modo, un país extranjero, de tan poco que uno ha frecuentado esa sorprendente comarca extremeña del norte que, insisto, no me lo parece. Me llamó la atención que los árboles, sobre todo los robles, tuvieran ya el tono amarillento del otoño. El mismo, es verdad, que muestran los de la zona del molino, tanto los de la montaña como los del llano. Me temo que la causa es la sequía y el calor, no otra cosa. No ve uno el momento de que empiece a llover y se pueda dormir y pasear a unas temperaturas razonables. A pesar, ay, de la dichosa gripe A.