2.2.09

Ecos















Tiene razón Miguel Ángel, no estaban nuestras voces -la de Jordi y la mía- para tirar cohetes y eso que, por paradójico que parezca, las clases -y las constantes voces que uno da para poner un poco de orden en el grupo que me ha tocado en suerte- me han arreglado no poco la garganta.
Copio una versión mejorada de la fotografía que ilustra el comentario de Miguel Ángel (se recomienda pinchar sobre ella). Eran otros tiempos, ay.