11.2.07

Dindurra

No se me ocurre mejor lugar para pasar esta mañana lluviosa de domingo que el Café Dindurra de Gijón. Con una taza de café, mientras leemos los periódicos. O mirando por la ventana cómo pasea la gente por Begoña. O en conversación con amigos gijoneses como María Elvira Muñiz o Jordi Doce, a quienes conocí personalmente allí. Del Dindurra (que uno, a modo de homenaje, incluyó en una novela) habla en su artículo de esta semana José Luis García Martín, a propósito de un libro que ha escrito el poeta Juan Manuel Bonet sobre el pintor Pelayo Ortega, otros dos perfectos contertulios -junto al muy cafetero Martín- para sentarse a charlar en un velador de uno de esos cafés que, como diría Steiner, han hecho y hacen Europa.