18.9.17

Del FCE

Lleva uno muchos años admirando a esta editorial mexicana, Fondo de Cultura Económica, por los libros que publica (su extensísimo catálogo está lleno de joyas) y por lo bien que lo hace. Su historia se remonta a 1934 y desde 1963 existe FCE España. Por cierto, su labor no se limita a la impresión de libros y en sus librerías se organizan numerosas actividades que van de conferencias a talleres, de simposios a clubes de lectura. Con especial atención a niños y jóvenes, cabe precisar.
De su fondo, me han llamado la atención tres libros recientes.

Escribir y borrar. Antología esencial. 1994-2016, de Ada Salas (Cáceres, 1965), con prólogo de José Luis Rozas, hijo del añorado profesor de la poeta que, por cierto, dio nombre al premio que facilitó la edición de su primer libro, el único del que no se incluyen versos. Una introducción muy bien tramada, propia de alguien que, además de filología, conoce muy bien esta obra y a su autora. De acierto cabe también calificar que a los poemas se sumen unas enjundiosas páginas con textos donde Salas intenta explicar el misterio a través de su poética y donde los lectores encontramos iluminaciones y descubrimientos que nos ayudan a ahondar en su sentido. 
Complementa muy bien esta lectura otra antología de la cacereña titulada Ada Salas. La publica la Editora Regional de Extremadura en su nueva colección El Pirata (del Grupo de Investigación LIJ de la Universidad extremeña: Soto, Parejo y Barcia) con ilustraciones de su paisano Fermín Solís. Suma y sigue. 

El poeta Jesús Aguado (Madrid, 1961es el editor y traductor de ¿En que estabas pensando? Antología de poesía devocional de la India, siglos V-XIX. Estamos ante una obra mayor, de un calado que supera con creces lo meramente religioso. Aunque no es la primera vez que Aguado publica textos de este tenor, estamos ente la ocasión definitiva y el volumen se va a casi quinientas páginas. En total, 368 poemas -de variada extensión- de 91 autores que vivieron a lo largo de 14 siglos. Aunque el autor reconoce que tiene por escribir un ensayo sobre este tipo de poesía, aquí lo que encontramos son versos y nada nos distrae del gusto de leerlos. Poemas de poetas muy diferentes con creencias distintas y en lenguas diversas. 

Para despistados como yo que no se hicieron en su día con este libro, el Fondo reimprime por quinta vez, tras dos ediciones, Poesía no completa, de Wisława Szymborska, Premio Nobel en 1996, en traducción de Gerardo Beltrán y Abel Murcia y breve texto introductorio de Elena Poniatowska. He vuelto a releer toda su poesía (para un artículo destinado al número extraordinario que la revista Turia va a dedicarle) y me reafirmo en mi primera idea, la que obtuve tras la lectura de sus primeros poemas vertidos a nuestra lengua gracias a la estela de Nobel: estamos ante una poesía mayor por más que su apariencia sea, digamos, menor. Para comprobarlo, basta con internarse confiado en este ameno bosque de palabras que se nos ofrece en esta esmerada, bonita edición.