22.4.16

El MEIAC resiste

Han sido, están siendo, años de plomo. La cultura no es ajena a esa penosa circunstancia. Todo lo contrario. Con la excusa de los recortes, es una de las grandes perjudicadas. En muchos sectores se la sigue considerando un artículo de lujo y, en consecuencia, algo de lo que se puede prescindir sin mayores problemas. Más en esta tierra pobre por naturaleza. La gestión del PP fue en esa dirección, que rayó en el desprecio. Réplica exacta de lo que han hecho desde su Ministerio a lo largo de esta eterna legislatura. Aquí, estos años pasados, todo ha sido puro teatro. En más de un sentido. Sirva como ejemplo que desde 2011 no se hubiera reunido el pleno del Patronato del Museo Extremeño e Iberoamericano de Arte Contemporáneo, buque insignia, digamos, junto a la Fundación Helga de Alvear, la Editora Regional (que quedó moribunda) y poco más (¿qué ha sido, con lo que fue, de la Academia Europea de Yuste?), de la cultura oficial de esta región que apenas da, o eso parece, para Comunidad Autónoma. 
El MEIAC ha resistido, algo que habrá que agradecer a la labor callada de su director, Antonio Franco, y de su pequeño equipo. Ahora es tiempo de que la Junta aporte lo necesario para que no se limite a subsistir. De la caridad de fundaciones ajenas, por ejemplo. A ese museo y al resto de las pocas instituciones culturales públicas que han sobrevivido a la indiferencia, por no decir otra cosa. La miseria es indigna, sin duda, por más que los extremeños estemos demasiado acostumbrados a la pobreza. A la intelectual, sobre todo. Por cierto, ¿se ha quejado alguien? Pues eso.