19.6.15

Local

El Roto
Me refiero al caso Díaz. La verdad, nunca entendí qué pintaba este señor en el equipo de Fernando Pizarro​. Ni en la pasada legislatura (donde uno podría presuponer débitos políticos) ni en ésta. Y en labores que no brillan, seamos claros, por sus logros: festejos y ferias (cada año más tristes). Lo sucedido confirma mis prejuicios. Uno no se explica por qué sigue representando a los placentinos.
Aunque no se comente, su antigua profesión agrava aún más ese comportamiento. Al fin y al cabo este hombre trabajó en los cuerpos de seguridad del Estado, como guardia civil. Sí, ha pedido disculpas, ¿y? Teniendo en cuenta el mínimo rasero moral en el que nos movemos, a algunos les parece suficiente. No, esto no es Japón. Ni Francia ni Alemania ni Reino Unido...
Este país nunca llegará a nada hasta que la frase (o el concepto) "Usted no sabe con quién está hablando" desaparezca. En este asunto, en fin, demasiada prepotencia, por una parte. De otra, una condescendencia innecesaria. No hay manera de que se lleve la ejemplaridad hasta las últimas consecuencias. Así nos va. Este cierre en falso acabará pasando la debida factura. Al tiempo.