30.6.15

Cavafis, siempre

Uno de mis poetas de cabecera, como para tantos lectores de poesía. Uno de los de verdad imprescindibles, o eso creo. A punto de que Pre-Textos publique en septiembre una nueva edición de su poesía completa a cargo del helenista Juan Manuel Macías (en su blog, las diosas y las nubes, se pueden leer algunos poemas de ese libro anunciado), lo que no deja de ser un acontecimiento, se acerca uno al poeta griego de Alejandría de la mano de una preciosa edición conmemorativa que vio la luz en diciembre de 2013, sesquicentenario del nacimiento de Cavafis y entre el cincuentenario de la publicación de la primera antología de sus poemas en España (1962, la catalana de Carles Riba) y el de la primera también es castellano (la del 64 de Vidal & Valente). Fue en la Fundación Málaga y en la misma ciudad de la poesía y del Sur en la que apareció la primera miscelánea de sus versos al español. La edición del volumen, titulado Málaga Cavafis Barcelona, es obra de Vicente Fernández González, profesor del Departamento de Traducción e Interpretación de la Universidad de Málaga y lleva por subtítulo "Antología de las primeras traducciones catalanas y castellanas de la poesía de C. P. Cavafis y selección de versiones posteriores". La edición, cabe añadir, es bilingüe: todos los textos aparecen en catalán y en castellano (los poemas, a izquierda y derecha). Los primeros, a modo de prólogo, van firmados, respectivamente, por Luis Alberto de Cuenca y Francesc Parcerisas ("Perspectiva de Kavafis a la poesía catalana"), dos poetas cavafianos de la misma promoción, la del 68, que tanto debe al alejandrino. Viene luego la amplia y concienzuda introducción, firmada al alimón por el editor y por Joaquim Gestí; un estudio inevitable a la hora de aproximarse a Cavafis y a la relación con su poesía en español. Un collage de Rafael Pérez Estrada abre la antología propiamente dicha donde aparecen, ya se dijo, las versiones de Riba y Vidal & Valente, además de otras: de Avellà, Garcés, Ayensa, Ferraté, Miralles, por parte catalana, y Álvarez (por sus traducciones nos iniciamos la mayoría de los de mi generación), Anghelidis, Bádenas de la Peña (con numerosas reediciones de sus versiones en Alianza), Cantú, Cañigral, Castillo, Ferraté (qué bonita la edición ilustrada de Lumen), Irigoyen (sus versiones son unas de las más originales, en Seix Barral), Pothitou, Herrera, Rivera, Santana (una de las pioneras, en Visor) y Silván, así como una versión del famoso poema "Esperando a los bárbaros" de Luis Alberto De Cuenca. El florilegio se cierra con un bonito y lírico epílogo de Juvenal Soto: "Alejandría es una idea, Cavafis también lo es". 
Lo mejor, más allá de la belleza del libro en sí, cuidado magníficamente por sus editores (y enriquecido con pocas pero bien elegidas ilustraciones), ha sido poder recuperar otra vez, sin que canse, los versos del autor de "La ciudad" y reconocer en ellos un magisterio tanto para la literatura como para la vida. No, nunca estuvo este hombre más de actualidad. La de un clásico.