27.11.14

Marsé sobre Monago

 Consuelo Bautista / El País
Me he tomado la molestia de poner en el buscador de este blog (arriba a la izquierda, ya saben) la palabra "Monago" y me han salido más referencias de las imaginables. Desde 2006 para acá.
La verdad es que desde que leí en una esquina del diario HOY, hace muchos años, en plena eclosión de las nuevas letras extremeñas, cuando el tal Monago sólo era un concejal de Badajoz (o ni eso), aquello de que los escritores de aquí eran insignificantes por ahí fuera, le profeso una gran devoción. Por su clarividencia, mayormente. Como lector -a sus inclinaciones literarias me remito; las mismas, por cierto, que las de Vara- no tiene precio.
Pero hay que reconocer que es un tipo con suerte. Hasta los grandes hablan de él, sobre todo después del embrollo de sus "viajes galantes", como los ha denominado, con su ingenio habitual, Felipe Benítez Reyes. (Hoy defiende su punto de vista sobre el episodio en la Asamblea.) Va camino de eclipsar al mismísimo Floriano. Ya sólo le hacen sombra Mas y le petit Nicolás.
Hace unos días le comentaba el escritor Juan Marsé al periodista Carles Geli, a propósito de los políticos que nos gobiernan, en una entrevista publicada por El País: «Pero “lo peor, lo más desvergonzado” dice, cuando se les escucha hablar, “como al presidente de Extremadura, Monago”, es comprobar “hasta qué punto son lerdos, incompetentes, mentirosos y vacuos, de una insolvencia verbal y una imbecilidad ostentosamente insultante… ‘¡Qué un burdo papanatas como este nos haya estafado!’, piensa uno; ¿cómo librarnos de la garrulería y la insidiosa memez de nuestros dirigentes?”» Lo dicho, un auténtico crack. Para eso deben servir los ivanes.