17.10.14

Mapamundi

Mapamundi es el bonito y sugerente título que le ha puesto el poeta, traductor y crítico Martín López-Vega (Poo de Llanes, 1975) a esta nueva recopilación de poemas extranjeros que pretende ser una antología de la poesía universal del siglo XX. Tiene mucho, sí, de "autorretrato de lector" y lo publica, con fino olfato, La Isla de Siltolá, lo que me lleva a recordar que esa misma casa editó otro libro parecido y delicioso, Lengua de madera (Antología de poesía breve en inglés), de Hilario Barrero. Tampoco se me olvida otra obra de ML-V, precursora y del mismo estilo que ésta, Equipaje de mano, selección de poemas traducidos donde, entre otros hallazgos, muchos lectores descubrieron la poesía del polaco Zagajewski; ausente, por cierto, del libro que hoy nos ocupa.
Por aquello de las filiaciones, me gustaría dar un rodeo para remontarme a los orígenes y evocar a dos de sus maestros, Víctor Botas y José Luis García Martín, que han practicado también al literario y divertido juego de las versiones. En Segunda mano y La biblioteca de Alejandría, respectivamente. 
Por lo demás, ML-V, que reside en Iowa, cree que "Traducir es una de las formas que un poeta tiene de estudiar" y es un hombre con criterio, ha logrado reunir un puñado de poemas magníficos (que estuvo a punto de titular Duets), conocidos algunos y novedosos los más, que ha trasladado a la nuestra no siempre desde lenguas, digamos habituales. Así, hay poetas albaneses y chipriotas, eslovacos y eslovenos, tunecinos y serbios, etc.  
El asturiano, que acaba de dar a la imprenta un nuevo libro de poemas, La eterna cualquiercosa (Pre-Textos), consigue, en fin, un breviario editado de manera cómodamente portátil, "un lugar de descubrimientos", "una abundante colección de poemas predilectos", donde, como bien dice, no hay excusa: "todos son ahora poetas en castellano". Y lo que más importa: en sus páginas, la poesía luce con toda su intensidad.