20.9.14

Un poema de Álex Chico

© Salvador Retana










ENCUENTRO
                              a Álvaro Valverde

Somos el paisaje que ahora observamos.
Somos el agua intermitente creando bancales.
Somos un lugar remoto
y su proximidad al leerlo.
Somos el revés de una ciudad soñada.
Somos ese límite del mundo
que construyó murallas.
Somos su forma de aislarnos.
Somos un cementerio de Yuste,
con ciento ochenta tumbas de soldados alemanes.
Somos memoria común
y, por familiar, callada.
Somos la moneda que alberga
en una misma cara ida y regreso.
Somos un paseo a media tarde.
Somos cada uno de los palacios
que recuerdan un esplendor clausurado.
Somos ese instante perpetuo
a partir de unas pocas, sencillas verdades.
Somos el abandono y las ruinas,
la geografía de una naturaleza póstuma siempre.
Somos este entorno lleno de valles.
Su densidad cuando, al prevenirnos,
también nos expone.
Somos el río a su paso por una isla talada.
Somos esa encina solitaria que,
al llegar la noche, dialoga con el pasado.
Somos un territorio ajado del suroeste de Europa.
Somos lugares de tránsito,
sus estaciones y sus dársenas.
Somos los puertos desde donde zarpan barcos
hacia Nápoles.
Las vías de un tren avanzando
hacia Lisboa.
Las islas por siempre varadas
de los mares de Grecia.
Somos la fotografía que alguien olvida
sobre una mesa.
Somos la sombra de alguien que no existe,
mientras fija su perfil en los muros
desconchados de una ciudad del sur.
Somos esa luz que hacia dentro se dirige.
Somos amigos.
Eso nos basta.

(Poema inédito perteneciente al libro Habitación en W que se ha publicado en el número 20 de la revista Nayagua.)