24.4.14

Maestros

El afán de los políticos del Partido Popular por denigrar a los maestros es inaudito. Y algo enfermizo, añado. A los de la pública, claro. Será porque la mayor parte de ellos se formaron en colegios privados (como uno, por cierto) donde tuvieron profesores, que no maestros (una desgracia), con una formación que daba pena. De la puesta en práctica mejor no opino. Generalizo, sí, pero a propósito. Ahora, el presidente de la Comunidad de Madrid, un tipo íntegro (no sé si procedente de El Pilar, nuestra particular École nationale d'administration), ha propuesto que a las oposiciones a maestro se pueda presentar cualquier licenciado. Vuelve a caer en el mismo error que cualquier persona mínimamente informada sabría esquivar: supone que, a mayor formación universitaria, mejor educador será. Como si en nuestras facultades se preparara para enseñar lo que allí se aprende. Ni siquiera en Magisterio, a mi modesto entender, se insiste lo bastante en la didáctica, que, ésta sí, es la clave. Los conocimientos en Primaria son básicos, sin duda, de ahí que la pega no esté en ese asunto, en el qué, sino en el cómo, y para eso hace falta un maestro no un sabio. De lo vocacional, digamos, mejor no hablo. Eso sí, que nadie se llame a engaño: esta tarea no es fácil ni la soporta todo el mundo. Y menos a cambio de nuestros sueldazos y de nuestras flamantes condiciones laborales.
En fin, otro dislate. Y ya llegan Wert y la Gomendio (ésta sí que nos odia) con nuevas medidas al respecto. A favor, digo, del disparate. ¿No es acaso Madrid el laboratorio nacional de casi todo?
Ah, ¿y los que han estudiado o estudian Magisterio, esa pobre gente, esa panda de inútiles, van a poder presentarse a oposiciones de otra cosa? Sería lo justo. Lo mismo en eso sí eran solventes. Si las hubiera a presidente de Comunidad Autónoma o a Ministro de Educación...
Ya lo dice mi sensato hermano pequeño, profesor de Tecnología Educativa en la Universidad de Extremadura, pedagogo (con perdón) por Salamanca, "leí la noticia en twitter y aún no salgo de mi asombro por la imprudencia y falta de conocimientos de los políticos en cuestiones de educación (de todo signo y condición). Y siempre con el desprestigio de los docentes como resultado final". Pues eso, Jesús. España.