12.9.13

Chacón

Me refiero a Carmen, o Carme, la política catalana que se ha ido a Miami. La conocí en Badajoz hará una década. Acudió a una reunión sobre cultura (en esas lides empezó como dirigente del PSOE) que tuvo lugar en el Zurbarán. En el bar del hotel, que tantos recuerdos me trae y donde tantos momentos agradables pasó uno a lo largo de los años, compartimos mesa un pequeño grupo de personas capitaneado por Paco Muñoz. Por allí estaba Antonio Franco y no sé quién más, acaso Pámpano. No era un acto de partido. O no sólo. La buena mujer apenas abrió la boca y mi primera impresión, la que dicen que importa, ha permanecido: me pareció un ser bastante insulso. Estuvo todo el rato ajena y silenciosa. Dueña de un silencio que, según creo, no procedía de la timidez o la cautela. Tendría cosas más importantes en las que pensar. Extremadura, ay, ese fin del mundo.