28.7.12

Un epigrama

Relata el erudito sus razones:
tres carreras
(dos más que tú, precisa),
doctor con Premio Extraordinario,
tres décadas y pico de docencia
como eximio profesor de instituto,
otros tantos como investigador,
más de diez libros capitales
en la bibliografía literaria
de este rincón llamado Extremadura
(que adjunta en una foto
donde posan valhondos y reunidos)…
Ante tamaño carrerón,
¿cómo te atreves
a criticar cual “entendido”
la obra que culmina y que consagra
tan brillante y loada trayectoria?
“¡Esto es un atropello!”,
clama al cielo. “Mi Panorámica…”
Y tú, vulgar maestrillo, botarate,
que osaste comentar su magna obra
y ponerle algún pero (muchos menos
de los que el revoltijo se merece),
que cometiste la insolencia
de dedicarle al tocho unas palabras
en este humilde blog,
dudas entre reír ante el ridículo
o llorar por lo aciago del rebote. 
Que el adalid de Monesterio
le contemple.
Uno sabe leer. Con eso basta.