11.1.12

Relatos de un transhumante


















A mediados de diciembre, Manuel Vicente González (Puente Castro, 1953), más conocido en medio futbolísticos y literarios como Manolo "Cerebro" González, un leonés que se vino a vivir a Extremadura, publicó en el diario Hoy un artículo que era en realidad un cuento. Se titulaba "Miedo a perder". Le escribí de inmediato para expresarle mi enhorabuena por lo que me pareció un texto excelente. Aquello debió ser una señal. He leído con el mismo placer Relatos de un transhumante (Del Oeste Ediciones), donde reúne ocho piezas marcadas por una misma circunstancia, como indica el autor al principio de la obra: "ni siquiera en mis novelas (la última, por cierto, Regreso a Vadinia, Editora Regional de Extremadura) fui capaz de entrometerme en cuestiones inapropiadas, en personajes que no me hubiesen concernido, ya fuera en lo que se refiere a situaciones personales, ya como resultado de la observación de cuanto me rodea". Así, un accidente de tráfico (¿con el BMW de la empresa?, que diría Angelito), un desfile de Moros y Cristianos en Alcoy (a caballo, antes de la operación de cadera), las relaciones de un hijo maduro con su madre mayor (que me ha recordado situaciones personales), las peripecias de un contador de historias (lo que querría ser, sobre todo, cualquier narrador), las desgracias de Naricina (una historia de la oscura provincia, muy pacense), el despido de Saúl Olúas (el personaje de Hidalgo Bayal que sirve, al que fuera su editor, para homenajear al autor de El espíritu áspero) dan forma a este libro tan singular como MVG, un escritor cada vez más consistente.
A pesar de que todos los cuentos coinciden con situaciones penosas, Relatos de un transhumante se lee con una permanente sonrisa en los labios. No, sentido del humor e ironía no faltan.
Ah, no me extraña que a la mujer de su amigo Julio Llamazares le costara escuchar el relato oral del último cuento del libro, que ahora le dedica. Confieso que he sido incapaz de leer "El intruso". ¡Me dan demasiado asco las ratas!