4.9.11

M. Á. Lama: sobre la educación en España

Copio íntegra la estupenda carta que Miguel Ángel Lama publicó ayer en el diario El País sobre este grave asunto irresuelto que temerarias decisiones autonómicas está agravando y comentarios indignantes y despreciables, como los de Esperanza Aguirre, a favor del desprestigio de los docentes, han puesto de actualidad.
Produce estupor leer la dedicatoria que Pérez Galdós escribió en 1881 para su novela La desheredada y comprobar la vigencia que aún tienen su lamento y su deseo. Galdós, tras referirse a las "dolencias sociales" que acarrea la falta de "reconstituyentes" como la aritmética, la lógica, la moral y el sentido común, y llamar "curanderos y droguistas" a políticos y filósofos, que nos "recetan uno y otro día", dedica su novela a los "verdaderos médicos" que pueden sanarnos: a los maestros de escuela.
Pasan los años, las décadas y se suceden los Gobiernos, y la educación sigue siendo la grave asignatura pendiente de nuestro país, de esta sociedad enferma. No hay ninguna tentativa de reforma seria que implique una aportación presupuestaria de carácter extraordinario -de emergencia- y una conciencia social de trascendencia histórica sobre la educación como base para el progreso de un país. Lejos de esto, se recortan gastos, equiparándolos a los derivados de un despilfarro delictivo o a los de áreas no prioritarias; y se propician situaciones de deficiencia con las que se atenta contra la calidad de la enseñanza y el ánimo de los profesores.
Elevar la nota de corte para estudiar en la Universidad española los títulos que conducen a ser maestro de escuela o profesor de Secundaria no cuesta dinero. Reducir los recursos económicos, materiales y humanos de la educación de un país no solo es un suicidio, sino una afrenta.