18.12.10

Cómo hemos llegado a esto

Este es el desenfadado título que le ha puesto Víctor Martín Iglesias a su primer libro de poemas. Da una buena pista acerca de lo que se va a encontrar dentro el lector. El dibujo de la cubierta (basado en el juego del ahorcado) incide en lo mismo. Una mezcla de (aparente) ingenuidad y poesía bien calculada pueden ser el santo y seña de los versos del último poeta placentino (del 85) que se incorpora a la ya larga lista de los que por aquí han nacido. Si el penúltimo, Álex Chico, a pesar de vivir en Barcelona, seguía con la tradición, bastante arraigada, de publicar su primera obra en la tierra, VMI lo hace en la editorial Casavaria, que tiene su sede en New Jersey, U.S.A. No en vano, estudia y trabaja en Pensilvania (Universidad de Villanova), después de haber pasado por las ciudades de Cardiff y Lieja. Eso por no citar otros viajes -de Hispanoamérica a Nueva Zelanda-, lo que viene a demostrar cuan lejos están sus circunstancias vitales de las de otros vates locales encerrados de por vida entre estas murallas a las que, por cierto, alude.
Mucho desparpajo, ya se dijo, mucha irónica autobiografía, mucha claridad vital, sí, pero todo vestido con gran precisión y efectividad líricas, con un bagaje de lecturas detrás que ni chirrían ni se manifiestan de forma descarada; artes dignas, en fin, de un poeta que desde su ópera prima merece tal título.