31.5.10

Fámulo

Después de comer, sentado en el porche del molino, a lo largo de una siesta del todo veraniega, con una música de fondo de lo más natural: el agua de la garganta y el canto de los pájaros, leí ayer -con una inocente cabezada intermedia- Fámulo, de Francisco Ferrer Lerín, el libro que publicó Tusquets el pasado año y con el que el barcelonés afincado en Jaca ganó hace unos meses el Premio de la Crítica. Era, lo confieso, el segundo intento. No es fácil esta poesía que uno, por cierto, no había tenido ocasión de leer con la atención debida. Algún poema suelto y poco más. Craso error: está a la altura de las más alta.
Como uno es perro viejo en esto de la lectura, no forcé la situación y espere el momento debido. Y la situación, añado. No creo que le vaya mal a este libro único por muchas razones el sitio, el "enclave propicio", donde di buena cuenta de él: lejos de todo, bajo los árboles, enfrente de las rosas rojas que trepan por la fachada de la casa y de las blancas que rodean el arco que uno ha llamado siempre, precisamente por eso, "de las rosas". Y, ya se dijo, con el ruido de la garganta y el de esas aves a las que el ornitólogo Lerín podría poner nombre.
Sí, quien se acerque a esta poesía tendrá que dejar de lado cualquier intento genealógico. No me cabe duda -y al autor tampoco- de que se pueden rastrear autores y poéticas y habrá comparatistas que lo hagan. Allá ellos. Prefiere uno leer, esto y todo, con la naturalidad de quien se adentra en un territorio ignoto y, cauto y hasta asustado por la experiencia, va descubriendo, entre la perplejidad y el asombro, un mundo nuevo. En este camino, que hay que ir desbrozando con cuidado, hay zonas pantanosas y claros espléndidos, boscosas oquedades y elevaciones solemnes. Nada en él, o mejor casi nada, parece conocido: tal es la fuerza de su origen. Otros dirán que lo escribió un sabio o un raro, que un personaje de novela o un bartleby que dejó de serlo. Uno, que un poeta. Y basta.
No todos los días se topa uno con un libro así. Que tenga editor -y no cualquiera, Juan- demuestra que la poesía, cuando de veras lo es, sabe encontrar su lugar. Como ha dicho Ferrer Lerín: "Llegados todos a la mayoría de edad, puedo ser leído sin amparo ni filtros". ¿Quién se atreve?

30.5.10

Pepitu

Para mi tío, su amigo era José. En casa, Jose o Pepitu. Lo conocí en Barcelona cuando era un adolescente delgaducho, tristón y acomplejado que tenía la cara llena de granos. Nos enseñó la ciudad y sus alrededores. La no tan conocida cripta de Gaudí, en la Colonia Güell, por ejemplo. Siempre fue un buen guía. Y. y yo pasamos buena parte del mes de agosto del 83 en su apartamento de Tossa, durante nuestro modesto y feliz viaje de novios. De nuevo en Barcelona, volvió a descubrirnos rincones de esa ciudad casi perfecta. Vivió en Cornellá, charnego y catalán de procedencia murciana. Su padre murió en el exilio francés. Trabajó en la Philips. Estuvimos muchas veces juntos en Plasencia. Era dicharachero, bonachón, cariñoso, amable... Va a ser esto lo que me quede (lo que nos quede) de él. Fue como un tío para mí. Descanse en paz.

29.5.10

Aramburu en Madrid

Viene por primera vez a la Feria de Libro y lo entrevistan en El Cultural.

Mecánica terrestre

Así se denomina el nuevo blog que inaugura en EFE: verde Javier Morales Ortiz. Su autor, escritor y periodista especializado en medio ambiente, "será un espacio para la cultura y la naturaleza". En su primera entrada recuerda unas palabras de Jorge Riechmann: “La poesía nos enseña que lo esencial de la vida, lo que realmente importa, es algo que está más allá de la estadística y la máquina, de la prisa y las ocupaciones, del ruido y del progreso: algo que tiene que ver con el vínculo y el silencio. Y que ese algo difícil de cerner está siempre ahí”. ¡Larga vida!

28.5.10

Del lado del amor

Ya dio uno noticia de la salida en la editorial Visor de la poesía completa (hasta ahora: 1994-2009) del salmantino Juan Antonio González Iglesias. Su nombre es habitual desde hace tiempo en cualquier listado de poetas jóvenes o antología poética que se precie.
El primer libro suyo que leí no fue el primero que publicó. Ni siquiera el segundo. Cuando nos conocimos, en la celebración del veinte aniversario del Loewe, le comenté que había buscado durante años por las librerías de media España Esto es mi cuerpo y que no lo había conseguido. Me animó a comentárselo a su editor, Chus Visor, sentado allí cerca, porque éste aseguraba que no estaba agotado. Ahora he podido dar con esa obra y, ya digo, leer o releer todas las publicadas (o escritas) por él hasta el momento. Con todo, es curioso: me ratifico en mi preferencia por Un ángulo me basta, el libro que me descubrió a las claras su condición de poeta. GHB maneja una teoría al respecto según la cual preferimos de un autor lo primero suyo que leímos. Puede ser el caso. Con todo, que a uno le guste ése especialmente, no significa que no haya en cada uno de los suyos razones de sobra para admirar su poesía. Por su mezcla, a lo Foix, de antiguo y de moderno, por su sugerente claridad, por su preferencia por la elegancia y el ascetismo, así como por el elogio de las virtudes clásicas. También, aunque no sea lo mío, por su celebración de lo olímpico y del deporte. Y por su delicado culturalismo, tan vital como todo lo suyo. No estaría de más, en fin, ponderar su perfecto manejo de la técnica poética (en su más amplio registro), algo que solemos dar por hecho en cualquier poeta pero que no pocas veces brilla por su ausencia.
De la edición cabe destacar que cada libro va precedido de su correspondiente prólogo, lo que ilumina y orienta, en el mejor sentido, la lectura. Y ya que lo menciono, el prólogo general de Guillermo Carnero puede y debe leerse. No es, lo habitual, prescindible.
Como él mismo ha reconocido, puede estar satisfecho González Iglesias con este puñado de poemas agrupados en Del lado del amor. A pesar de que se incluye un sorprendente libro inédito, Selva de fábula (con Salamanca, el Tormes, una isla fluvial y el añorado Aníbal Núñez al fondo), sus lectores esperamos más. Los poemas sueltos que al final del volumen adelantan un libro futuro justifican de sobra nuestra esperanza.

27.5.10

Noticias de Mérida

Flores lo deja (Hoy y Extremadura). Salud y suerte.

Incendio

Con permiso de la SAB (Sociedad Anti Blogs), trae uno aquí la vida, casi siempre en forma de lectura o de libro, pero vida al fin y al cabo. La mía pudo cambiar ayer. La nuestra: la de mi familia. Cambió, de hecho. Venía del colegio dándole vueltas a una noticia terrible que me había llegado de Mérida y, al salir del ascensor, me encontré con un calor extraño y un humo, a pesar de las gafas de sol y de la luz apagada, demasiado evidente. Entré en casa y lo temido se confirmó: estaba llena del humo que acababa de oler. La recorrí como pude. No había fuego. Salí porque respiraba con dificultad y llamé al 112. Volví a entrar nervioso, impotente. Al salir de nuevo me di cuenta de que el cuadro eléctrico había estallado. Atribuí todo a eso. Llegó la policía y volvimos a subir. Llegaron los bomberos. Unos y otros en menos de cinco minutos. Cuando dábamos por seguro que en ese amasijo de cables quemados estaba la solución y había estado el problema, uno de ellos se dio cuenta de que al otro lado algo ardía. En el cuadro del piso de nuestros vecinos. Se comunican. Al tocar la pared del descansillo y comprobar la temperatura y el humo, en aumento, los bomberos empezaron la evacuación del edificio. Un momento después -acerté a coger la cartera con mi documentación y el móvil- ya estábamos en la calle. Fueron minutos muy tensos. Desde el jardín, en las traseras de la casa, se veía salir cada vez más humo del piso de al lado. Llegó mi hijo del instituto. Flor, la mujer de mi primo, me trajo una botella de agua. Tenía la boca seca. Transcurrió poco rato hasta que unos bomberos sudorosos, negros, con las máscaras puestas y los trajes, antes impolutos, muy sucios me comunicaban que la cosa estaba controlada. El cuadro de A. y M. también había ardido y, de paso, un baúl antiguo que estaba debajo. Tuvieron que entrar con mucho cuidado para que no se provocara ese efecto que tantas veces hemos visto en la tele y en las películas de incendios. Pero esta vez, se decía uno cada poco, es real. Y tanto. Colocaron después un enorme ventilador y tranquilizaro a los vecinos: aquello estaba apagado. Para entonces, los dueños del piso siniestrado aún no habían llegado del campo. Como no podíamos subir, decidimos ir a tomar algo. Eran las tres y media de la tarde. Al segundo bocado de alcachofas, una llamada de la vecina -ya en su irreconocible casa- nos volvió a poner sobre aviso: los bomberos estaban extrañados de la elevada temperatura que seguía manteniéndose en la zona donde se inició el fuego. Podría ser que un cable de la general, dijeron, siguiera quemándose. Uno o varios. Vuelta a la zozobra. Y así... Nuestro seguro nos envió a eso de las 4 un electricista que, con la ayuda de otros compañeros, lograba darnos luz a eso de las 8. Para entonces, había de nuevo gas y uno había tenido la única discusión de la tensa jornada: con una empleada de Iberdrola que, sin duda, pasaba también por un mal día. Nadie sabe lo que se agradece en un momento así la ayuda de los bomberos, la policía y todos cuantos colaboraron en el dispositivo. Gente atenta, profesional, ejemplar y efectiva. Uno no tiene más remedio que reconciliarse con la sociedad, la misma a la que tantas deficiencias le encuentro, ay, últimamente. Y agradecérselo.
En lo que a nosotros respecta, queda el susto, el olor a humo y algún rastro de lo sucedido pero, en lo sustancial, todo ha vuelto a su ser. Nuestros vecinos han dormido en un hotel.
El primer policía que entró en casa, mientras la recorríamos juntos abriendo aún más las ventanas, mencionó los muchos libros que había y, entre risas y veras, temió que el incendio hubiera empezado aquí o que hubiera llegado a estas estanterías que ahora me rodean. Uno hace años escribió un poema (que se publicó en un número de homenaje al profesor Rozas en la revista Gálibo) que se titulaba "Biblioteca" donde hacía alusión a este miedo mío -veo que no infundado- a los incendios: "Así temes del fuego y de los límites...", comenzaba.

25.5.10

Hughes por Siles

En ABCD las Artes y las Letras.

De boda

Hasta uno, ser rutinario por excelencia, cree que es bueno huir a veces, siquiera a veces, de la costumbre. Entonces cualquier excusa es buena. Por ejemplo, una boda. Ésta, la de P., no era de compromiso sino todo lo contrario. Hemos conocido como niño al hombre con canas que se casaba con M. el sábado en Las Caldas, a un paso de Oviedo, en una hermosa capilla románica -con su pequeño tímpano y su humilde cristo gótico (eso sí)-, y eso siempre emociona. Aunque fuera hacía un calor impropio -más en la umbrosa Asturias-, allí dentro todo era frescura. Y no sólo por la temperatura ambiente. El cura, un canónigo que también es astrofísico, dirigió una ceremonia digna de encomio. Breve, bien cantada, cercana... Dejó para el final la predicación, que fue tan escueta como todo lo demás. Para hablar del matrimonio, por cierto, sacó de debajo del altar pequeñas reproducciones de madera de un yugo, un arado y algo más que no sé nombrar. Objetos que, a pesar de su pertinencia para explicar lo que el buen hombre quería, provocaron en los asistentes -sobre todo en los casados- risitas imposibles de evitar. Sonrisas, supongo, buscadas.Quienes no frecuentamos las iglesias, los que sólo vamos a funerales, bautizos, comuniones y bodas, agradecemos sobremanera que el sacerdote no aproveche esas azarosas circunstancias para lucirse o que, como suele ocurrir, nos castigue con sermones al uso. Por suerte, no fue el caso.
El demorado aperitivo en los jardines, la espléndida cena en uno de los salones del balneario y el tópico baile posterior dieron la exacta medida de lo que se pretendía y, por eso, el tiempo se detuvo unas horas en la villa acuática y medicinal. Qué fácil imaginar fiestas parecidas en veranos semejantes; días de los que, sin haberlos vivido, uno llegó a sentir nostalgia.
Estando al lado, no pudimos evitar acercarnos a Gijón. Dedicamos la jornada dominical a pasear, como tantas otras veces, por el Muro, a visitar algunos bares conocidos y a transitar calles muy pisadas. La playa resplandecía bajo una luz del sur. Luego, ay, nos tocó volver a casa. Más callados y tristes que al subir. Al atravesar Salamanca, llovía.

21.5.10

Odios

Con el estilo que le caracteriza, o eso dice el tópico, José Luis García Martín habla de los odios poéticos en  una entrega (entrada de entradas) de su blog. Me refiero a la que se titula "Envidiado amigo". Muy divertida.

20.5.10

Sección local

La de la Ciudad de las Artes, les parece una idea "magnífica" a los del PP. No, si...

Alonso de la Torre comenta en su columna de Hoy otra queja de Pavón. Aunque desde la distancia placentina (aquí pasa igual: de Montaña a Puerto), estoy con ellos.

La luz de las palabras

Gracias a Carlos Medrano, he sabido del programa que Luis Arroyo dedicó a Ángel Campos en la emisora de Navalvillar de Pela donde colabora desde hace años. Se titula La luz de las palabras. Una vez pinchado el enlace, buscar "Archivos multimedia" y, ya allí, "Audio". Entre ellos, éste.

19.5.10

Juan Marqués en la lista

Me llamó la atención el nombre de este poeta porque su primer libro, Un tiempo libre (Comares), ha estado mucho tiempo en una de las (como todas, poco fiables) listas de libros de poesía más vendidos. No recuerdo haberme encontrado con ninguna reseña sobre él. Leo ahora el segundo de los suyos, Abierto (Pre-Textos), y me sorprende gratamente. La suya es una poesía sobria, escueta, clara, serena, delicada, que dice más por lo que sugiere que por lo que expresa. También de una frescura destacable. De las tradiciones, sí, pero, precisamente por eso, de su tiempo, que es el nuestro. Ahora mismo encargo al librero su ópera prima. Esta vez, los lectores (o quien sea) tienen razón. Para muestra...

MARCO AURELIO
(VIII, 29 y X,14)

Recuerda siempre lo que tienes siempre:
la posibilidad de estar sereno
y en tu sitio
y el gusto de decir:

Dame, naturaleza, lo que quieras.
Quítame lo que quieras.

18.5.10

Las moradas del verbo: una lectura

Después de leer el prólogo de Las moradas del verbo uno confirma, para bien, sus sospechas: es un texto riguroso, documentado, razonado y razonable que, además, se lee muy bien. No es poco tal como está, digamos, la cosa antológica. Sobre todo en el sustrato teórico. Se citan, es verdad, nombres de poetas que luego, en la antología posterior, no comparecen y cuyos poemas, en consecuencia, uno echa de menos. Por ejemplo, Antonio Cabrera, Juan Lamillar y Eduardo Moga. Y otros que no se citan pero que también podrían haber estado. Nada nuevo cuando de seleccionar se trata. En ésta hay, por cierto, ocho mujeres y veinticuatro hombres. De ellos, seis castellanos y seis andaluces; cuatro madrileños y otros tantos extremeños y valencianos; dos gallegos, dos asturianos y otros dos de las Islas Baleares (un mallorquín y un ibicenco); además, un cántabro y un aragonés.
Con la perspectiva que dan los años y un cúmulo de florilegios mediante (Villena decía en el último de los suyos que había pocas promociones más antologadas que ésta), Prieto de Paula ha sido capaz de ofrecer a los lectores un panorama cabal de la poesía de entresiglos. La de los poetas de la democracia, como él los denomina. Así las cosas, Calambur (que ha editado un libro que da gusto tener en las manos) y, por supuesto, el antólogo merecen que quienes leen poesía en este país (y aun fuera) reconozcan tanto el acierto como el esfuerzo de esta meditada apuesta.

La ciudad ideal

A IU tampoco le gusta (nunca pensó uno que iba coincidir con Pavón en algo) y el PP se lo está pensando, pero cada vez vemos más claro que el proyecto de ciudad ideal pergeñado por Cultura no va por buen camino. «Arbitrariedad», «capricho», «sinsentido», «injerencia en la autonomía municipal» y «boutade», dicen. Y que no están los tiempos para lindezas, añado.

17.5.10

Paradoja gamonediana

"Soy el único culpable de mi soledad porque voluntariamente he querido ser un poeta provinciano".
En El Periódico.

El campo

Está espectacular tras las lluvias del invierno y buena parte de la primavera. Hacía mucho que no daba un domingo el "paseo largo". Quizá por eso lo disfruté ayer como pocas veces. Estaba animado por lo bien que me sentó la marcha del viernes: los alumnos de sexto curso de Primaria de los colegios públicos de Plasencia y algunos maestros (y maestras, claro) recorrimos la distancia que separa Villar de Plasencia de nuestro pueblo. Unos quince kilómetros de caminata en una mañana fresca y a través de un campo, ya se dijo, exuberante. Pura delicia. Es lo que tiene la naturaleza.

Hughes, Hughes

El País, con un reportaje firmado por Elsa Fernández-Santos, se hace eco de la publicación en España de dos nuevas obras de Ted Hughes: una antología y un libro de poemas. Algo de lo que ya dimos noticia por aquí con  la satisfacción que cabe al caso.

16.5.10

Palma

Una entrevista y una reseña sobre En la ciudad sumergida, de José Carlos Llop, en ABCD. También firmó ayer Javier Goñi una nota sobre el libro en Babelia.
Por cierto, hoy habla de Bonet (y de Polonia) en su artículo semanal de El Diario de Mallorca.

Fernando y Castelo

Como destaca Celes Pérez, algunos hemos recordado a su hermano Fernando en nuestros textos sobre Castelo para su libro de homenaje de la UBEX. Inevitable, al menos para mí.

14.5.10

Bolillos

















El viernes pasado estuve en Guijo de Granadilla. En la Casa-Museo Gabriel y Galán. Era la primera vez que lo hacía en mi recién estrenada condición de miembro de su Patronato. Un honor que debo, sobre todo, a Paco Gabriel y Galán y a su particular empeño. Allí fallamos el premio de poesía y luego, ya con público (de edad y muy atento), hablé del panorama literario extremeño. El mismo que, por fortuna, se alejó hace tiempo del anacronismo al que tanto contribuyó, sin querer, don José María.
El miércoles volvió a tocar bolillo. Esta vez con los miembros del Seminario Juan de Mairena, profesores de Lengua y Literatura de Secundaria, para hablar de poesía. Del panorama nacional y, en especial, de lo más reciente. Por polémicas, antologías, artículos, libros y poetas que no quede.
La fotografía es de esa deliciosa tarde donde uno, mucho tiempo después, volvió a esa interminable conversación en la penumbra, como dejó escrito Eliseo Diego.

Una entrevista

La firma Elaine Schneider, estudiante de 4º de ESO en el colegio Santísima Trinidad de Plasencia, y se publica en Plataforma del ser humano.

Azúa

Le entrevista Nuria Azancot en El Cultural con motivo de la publicación de su libro Autobiografía sin vida. Catalina Serra firma el reportaje de El País.

13.5.10

Del blog de Calambur


















Primeras noticias "oficiales" de la antología de Prieto de Paula. Entre los autores, cuatro extremeños. De los 32, sólo uno, Ángel Campos Pámpano, entre dos fechas. Pero sus versos, indemnes, vivos.

Hermanos













El del medio, Fernando, celebra sus bodas de plata... sacerdotales. Enhorabuena, hermano.

12.5.10

Más de poesía joven

Rafael-José Díaz vuelve a la carga. Los comentarios a su entrada "Una emergencia: la poesía joven" no le han arredrado y comenta ahora el reportaje de El País sobre lo mismo del que dimos cuenta (o enlace) aquí. Ánimo.

Ciudad de las Artes

Uno, descreído, duda entre reír o llorar. La del inicio, pospuesto desde hace años, de la Ciudad de las Artes de Cáceres será una noticia de alcance "internacional", como el nivel al que aspira la obra ("único en el mundo", añade la que te cuento), pero tanto por el tamaño (que siempre importa) como por su  acomodo en el diario (en la sección de local, Cáceres) los del Hoy le conceden una importancia más que relativa. Vamos, que se creen lo justo. Los de El Periódico Extremadura parecen más confiados y le dan un poco más espacio, pero también en local y sin alharacas.
Por si acaso, los responsables (?) fían el proyecto para largo. No hay prisa, dicen, y se quedan tan panchos. La crisis no le afectará, sentencian. Será mejor que las de Valencia y Santiago, matizan para nuestra tranquilidad. Aunque para verdadera tranquilidad, que esté en la carretera de Miajadas, junto a Quesos El Castúo. ¡Uf!

11.5.10

Siguán

Conocí a Miguel Siguán en Barcelona, en el homenaje a José María Valverde que tuvo lugar  hace unos años en el Colegio Mayor Penyafort. Acaba de morir a los 92. Como recuerda en su libreta Lluís Foix, "estudió el llamado Plan Badajoz, una de las iniciativas del régimen para redimir el campo, el problema que se arrastraba en España desde hacía siglos". Precisamente de ese trabajo hablamos allí para cruzar luego alguna carta (él en Ibiza) de cara a la publicación del mismo. Mandó incluso una copia de aquella vieja investigación. Otro proyecto que se quedó por el camino.

10.5.10

Un poema inédito (y más)

En el número de mayo -el 29- de Periódico de Poesía. Se titula "Música, Zoki".
También por alusiones: Elías Moro vuelve al Cementerio Alemán de Yuste, esta vez de la mano de Castelo. Cumbreño se hace eco de lo que dije de su último libro y reproduce la (breve, pero contundente) segunda parte del mismo.

Cumpleaños













Como recuerda Elías, Ángel Campos habría cumplido hoy 53 años. Esta fotografía está hecha por Yolanda en el balcón de su casa de Mérida, hacia 1983, cuando preparábamos la antología Abierto al aire.

¡Poesía va!

¿Quién dijo que la poesía estaba muerta? Lean el reportaje de Elsa Fernández-Santos en El País.

Las moradas del verbo

El editor Emilio Torné anuncia la salida de Las moradas del verbo. Poetas españoles de la democracia. Antología. La selección y el estudio son de Ángel Luis Prieto de Paula, catedrático de Literatura Española en la Universidad de Alicante y crítico de poesía de Babelia, suplemento cultural del diario El País. Con este libro, la editorial Calambur celebra el número 100 de su lograda colección de poesía y en él se han puesto, me consta, muchas esperanzas. Uno también cree que ésta no será una antología más. Leeremos.

9.5.10

Retórica para zurdos

De aforismos, microrrelatos, iluminaciones, impromptus, epifanías, definiciones, gueguerías, reflexiones, poemas y hasta un exabrupto (pág. 93) está compuesto Retórica para zurdos (Editora Regional de Extremadura), de José María Cumbreño, un libro que define a la perfección el visible proyecto literario -que crece, que no para- del más posmoderno de los poetas extremeños de ahora. Por encima de todo, en esas páginas se levanta, palabra a palabra, una poética. Tan rica y múltiple como la poesía y tan matemática como los límites, las equidistancias y las incógnitas sin despejar.

8.5.10

Castelo

La comunión de mi sobrina y ahijada Natalia me impedirá asistir al homenaje que la UBEX dedica a Santiago Castelo en Alemendralejo. En el acto intervendrán otros amigos: Carmen Fernández Daza, José Luis Bernal y César Chaparro. Estoy deseando ver el libro que Bernal ha editado para la ocasión y donde he podido expresar, aproximadamente, lo que pienso de Castelo, alguien muy importante en mi vida. Por una u otra razón, nunca he estado con él en algunos de sus momentos más felices: cuando ingresó en la Real Academia de Extremadura (que preside) o cuando le entregaron la Medalla de Extremadura. Esta vez, a la tercera, tampoco irá la vencida. Niño, felicidades.

Raya de papel

Hoy es Elías Moro el que habla de "su" Portugal en el Hoy. Y de Angelito, claro.

7.5.10

Lo que hay

"Este es un país anómalo. Lo ha sido siempre, no sé por qué nos extrañamos tanto. Este país ha dado vergüenza a menudo, no es tan raro que hoy siga dándola. Aquí nunca nadie convence a nadie. Hay que convivir con eso, y nos toca a todos aguantarnos. Por lo menos tenemos práctica". Javier Marías, La zona fantasma, EPS.

6.5.10

Mainer

P.- ¿Será peor la historia de la literatura de los próximos 50 años? ¿Y sus lectores?
R.- En realidad creo que hoy lee más gente, porque la lectura se ha integrado en la escuela, pero hay una excesiva comercialización de lo literario. No hay una crítica de referencia en España y sí mucha literatura de baja estofa que, sin embargo, es muy leída, pero la gente lee más que nunca. No soy apocalíptico con los datos de lectura porque la literatura es menos llamativa que dedicarse a los botellones, por eso se habla menos de lo que lee la gente. Pero ocurre que la gente lee.
En El Cultural. Entrevista de Marta Caballero.

5.5.10

Saga

En el último número de la revista En sentido figurado encuentro "Un descuido", poema firmado por Mónica Gabriel y Galán y fechado en Buenos Aires en 2009. Pregunto y su tío Francisco me confirma que es bisnieta de Galán, el poeta de Frades, hija de su hermano mayor, José María, y de la placentina Marisol Hernández Sayáns. Añade que Mónica formaba parte del conjunto de música pop "Objetivo Birmania". No puedo imaginar qué habría dicho el autor de "Lo inagotable" acerca de este poema. Gracia no le falta.

Manga ancha

Como la revista que dirige. Así se llama el blog que ha abierto Antonio Trinidad. Feliz travesía.

Biblioteca Nacional

«En el reparto de recorte de organismos, a Cultura le tocó perder una dirección general. ¿Por qué la Biblioteca Nacional? Su actual directora lo ve claro: "Sinceramente han pensado en el menor coste político. Otros organismos tienen más capacidad de presión. A las puertas de la Biblioteca no habrá nunca una manifestación de escritores ni de lectores, que seguirán recibiendo el mismo servicio, pero se le cortan las alas". Y añade: "Todo el personal está con la moral por los suelos. Lo bofetada no es a mí, es a la Biblioteca y no creo que se lo merezca"».
De El País, artículo de Tereixa Constenla.

4.5.10

Mejorando lo presente

El limeño Martín Rodríguez-Gaona (que fuera coordinador del área de literatura de la Residencia de Estudiantes de Madrid) ha publicado en Caballo de Troya un libro que a uno se le antoja ejemplar: Mejorando lo presente. Poesía española última: posmodernidad, humanismo y redes. No había oído hablar de él (sigo sin hacerlo) cuando me lo encontré en los estantes de la librería. Con un rigor y una lucidez inusual por estos lares, Rodríguez-Gaona ha analizando nuestra poesía (la última y la que no lo es tanto) y uno, como lector, agradece esta visión "desde fuera" que al mismo tiempo, por el grado de conocimiento de la situación, lo es también "desde dentro", pero sin los vicios del cainismo patrio. En mi caso, el ensayo, amplio y bien argumentado, complementa a la perfección la antología de Villena que tengo aún encima de la mesa. A pesar de que los jóvenes poetas nombrados en ambos libros no siempre coinciden, lo que uno te da en teoría el otro lo sustenta, siquiera en parte, con poemas. Un feliz descubrimiento, ya digo. Como reza en la contracubierta: No spam. Agregar a favoritos.

3.5.10

La tierra retirada

Mercè Ibarz publicó La terra retirada en 1993. Ahora la edita en castellano la ejemplar Minúscula con un espléndido epílogo de 2009. Habla de su pueblo, Saidí (Lleida), y de un mundo rural perdido. "Como dice un sabio japonés -escribe-, el paisaje no se contempla ni se vive desde la distancia, no implica distancia en el espectador ocioso que ve la belleza en él porque no lo trabaja, sino que es una de nuestras condiciones en tanto personas que vivimos en un tiempo y también en un lugar. (...) El paisaje como destrucción. Y no obstante, en el paisaje vivo. Vivimos".

2.5.10

Premio a GHB

Aunque en su pagina web, Avuelapluma, periódico gratuito, todavía no da la noticia, el viernes entregaron a Gonzalo Hidalgo Bayal un premio en el Museo Casa Pedrilla de Cáceres. A quién le extraña. Lo del premio, digo. Pues eso.

Juan Antonio González Iglesias

"Los que amamos mucho el género humano no soportamos en exceso el trato social. Preferimos que el contacto humano siempre sea un acontecimiento, no una rutina. Invito a pocas personas a mi casa, voy a pocas reuniones o fiestas, y cuando voy suelo conectar el piloto automático, que cuenta chistes y se muestra simpático. Las reuniones en las que me siento cómodo son las de dos o tres personas". En El Cultural.

1.5.10

Leti en la cocina

Mi hija Leticia ha salido "cocinillas". Acaba de inaugurar un blog con recetas. Muy gustosas, por cierto. A ver si un día de estos pruebo alguna.

Juan Ramón Santos

Susana Gil y Antonio Sáez le hacen una entrevista para La Raya de Papel. Y de portugués, este hombre sabe.