8.12.08

El minuto y el año

A lo largo de este otoño que ahora termina, he venido leyendo, con una gustosa demora, ese libro de artículos de Antonio Cabrera (Ediciones La Palma). Merecía la pena, ya digo, esa desacostumbrada lentitud. Bueno, tampoco es un libro al uso. Quiero decir que estos textos de Cabrera son también poesía. Por cómo están escritos, por su alto grado de exigencia. Son de la misma, particular estirpe que sus poemas. Por su capacidad de reflexión, por su natural hondura. Artículos dignos de un lector exigente que busca en la prensa del día algo más que corrupción y sucesos. (No en vano fueron apareciendo en la edición valenciana de ABC, de la que también es colaborador el poeta Carlos Marzal.)
Su brevedad y autonomía, en fin, te permite degustarlos poco a poco. Y eso ha hecho uno. Con pena de que se acaben. He dejado para el final la sección central, titulada "Bestiario". A ella se refirió García Martín en ABC cuando dijo: "Prodigioso bestiario el de este libro de un poeta con vocación de naturalista".