31.8.08

Otra lectura

José María Lama también ha leído Desde fuera y de ello da cuenta, por largo, en su blog. Merci beaucoup.

GHB lee a Gayga

Hace unos meses apareció en la benemérita revista Turia una reseña de Gonzalo Hidalgo Bayal sobre los diarios de José Antonio Gabriel y Galán que publicamos en la Editora. Ahora, con motivo de la entrega del premio Extremadura a la Creación a ese libro, Gonzalo cuelga en su blog la mencionada recensión.

30.8.08

Navegando con Billy Collins

Navegando a solas por la habitación se titula la antología del poeta norteamericano Billy Collins (en DVD) que anda uno leyendo. Del neoyorquino ya se habló aquí, a propósito de otro de sus libros. A pesar de eso, virtud de la poesía, sus poemas suenan para mí por primera vez. De "hospitalarios" los ha calificado su autor, y no se equivoca. Más allá de los versos en sí -llenos de humor, ironía e inteligencia-, me asombra la traducción de Eduardo Moga. No porque uno sepa inglés, no, sino por lo bien escritos que están en español.
Hay en el conjunto poemas memorables ("Libros", Mañana", "Direcciones", "Marginalia", "Diseño", "Al cumplir diez", "Canadá", etc.). El libro entero lo es.
Por aquello de ponerse un poco estupendo, yo hubiera mantenido "Victoria's Secret" (y no "El secreto de Victoria") como título de un divertido poema dedicado a un catálogo de esa conocida marca de ropa interior femenina.

29.8.08

Moteros

En carretera, es frecuente que a uno le adelanten motos de gran cilindrada donde viajan moteros solos o acompañados a mucha velocidad. Me gusta ver parejas en moto. Debe ser agradable conducir una de esas potentes máquinas con tu chica pegada a la espalda. Con todo, ayer, al paso de una, llegué a preguntarme si no seré un vulgar machista por pensar así. Y es que lo políticamente correcto nos tiene trastornados.

27.8.08

Otoño natural

A uno le tranquiliza oír que algunas aves migratorias ya han iniciado su viaje desde el norte de Europa hasta el de África. Ya están pasando por Extremadura. Se trata, al parecer, de pájaros insectívoros como el papamosca. El otoño natural ha empezado. Y, en consecuencia, los cambios con los que nos amenazan no son aún tales. Todo sigue en su orden. Daba cuenta ayer de ello nuestro naturalista de guardia, Joaquín Araújo.

Pachi

Hay otra Iglesia. La que representaba, por ejemplo, el padre Pacífico, "Pachi" para casi todos; un franciscano inolvidable que tanto bien hizo -ha hecho- por la sociedad cacereña. Uno asistió, a mediados de los setenta, a alguna de sus misas dominicales. Eran, claro, otra cosa. Pero lo mejor de ese hombre que acaba de morir en Sevilla, más allá del colegio San Antonio, de Descargamaría y de otros proyectos, es la gente que ha dejado en el camino. De los que conozco, Basilio Sánchez y José Luis Bernal (y toda su órbita de compañeros y amigos), Paco Hurtado, José Manuel Díez... Descansa en paz, no lo dudo.

26.8.08

El Cernuda de Rivero Taravillo

Ya he terminado la biografía de Cernuda y me sumo al coro de opiniones favorables que ha concitado (la última que he leído es de Luis Alberto de Cuenca). Eso sí, antes de empezar a leer este tomo ya estaba deseando leer el segundo, el que más me interesa, el del destierro del poeta sevillano. Nos consta que Rivero está en ello. Le sabemos, gracias a su blog, en Estados Unidos, recorriendo los escenarios cernudianos de una parte de su exilio.
Ah, una sorpresa: que Cernuda visitara Las Hurdes con las Misiones Pedagógicas. Cita a Fernández-Canivell, pero reconoce que no ha podido contrastar el dato. A ver si las personas que están trabajando sobre esa apasionante aventura cultural y su relación con Extremadura (a partir de la presencia de María Zambrano en Navas del Madroño) dan con ello.

En el recuerdo

"Me preguntó: ¿Cómo crees que me recordarán?", escribe Julián Rodríguez en el epílogo de Cultivos.
Hoy hace tres años que murió Fernando Pérez.

25.8.08

Paisaje

Cada mañana, camino de Mérida, hay un momento feliz: el del redescubrimiento incesante de un mismo paisaje que se muestra ante mis ojos cada día, apenas unos instantes, y que más que mirar entreveo por culpa de la velocidad del coche y de la propia tarea de conducir. Para uno es como si fuera un cuadro recién pintado por un pintor de Flandes.
Cuando paso por debajo de la calzada romana de la Vía de la Plata, a la altura del kilómetro 600 de la A-66, me voy preparando. Luego, un largo kilómetro de descenso en curva y ya tenemos enfrente, en un costado de Aljucén, esa estampa: una llanura (ahora agostada), que coronan suaves colinas, donde se perfilan unas encinas, unos olivos, una viña... Lo dicho, un ameno paisaje que le alegra a uno el día. Siquiera por un rato.

24.8.08

Vernon Lee dixit

"Una de las verdades que llegan con la edad madura (si es que llega) es el reconocimiento gradual de que en el amistoso trato humano lo esencial -lo único necesario- no es lo que la gente dice, sino lo que piensa y siente".
"Todo el mundo debería escribir una novela, aunque sólo fuese para acabar para siempre con el deseo de escribir otra".
(De "Vernon Lee, o la vida como una jardinería". Jorge Ordaz, Clarín, nº 76)

22.8.08

Mi poema preferido de Cernuda

Impresión de destierro
Fue la pasada primavera,
hace ahora casi un año,
En un salón del viejo Temple, en Londres,
Con viejos muebles. Las ventanas daban,
Tras edificios viejos, a lo lejos,
Entre la hierba el gris relámpago del río.
Todo era gris y estaba fatigado
Igual que el iris de una perla enferma.
Eran señores viejos, viejas damas,
En los sombreros plumas polvorientas;
Un susurro de voces allá por los rincones,
Junto a mesas con tulipanes amarillos,
Retratos de familia y teteras vacías.
La sombra que caía
Con un olor a gato,
Despertaba ruidos en cocinas.
Un hombre silencioso estaba
Cerca de mí. Veía
La sombra de su largo perfil algunas veces
Asomarse abstraído al borde de la taza,
Con la misma fatiga
Del muerto que volviera
Desde la tumba a una fiesta mundana.
En los labios de alguno,
Allá por los rincones
Donde los viejos juntos susurraban,
Densa como una lágrima cayendo,
Brotó de pronto una palabra: España.
Un cansancio sin nombre
Rodaba en mi cabeza.
Encendieron las luces. Nos marchamos.
Tras largas escaleras casi a oscuras
Me hallé luego en la calle,
Y mi lado, al volverme,
Vi otra vez a aquel hombre silencioso,
Que habló indistinto algo
Con acento extranjero,
Un acento de niño en voz envejecida.
Andando me seguía
Como si fuera solo bajo un peso invisible,
Arrastrando la losa de su tumba;
Mas luego se detuvo.
«¿España?», dijo. «Un nombre.
España ha muerto.» Había
Una súbita esquina en la calleja.
Le vi borrarse entre la sombra húmeda.

(De Las nubes)

Cartier-Bresson

"Quizá el elogio más hondo de Cartier-Bresson lo hizo Jorge Luis Borges, en 1986, con motivo de la entrega del premio Novecento, en Palermo: «Puesto que soy ciego, deseo expresarle mi gratitud por su mirada»".
(Del artículo "Cartier-Bresson: la mirada interior" que Juan Pedro Quiñonero firma hoy en ABC con mitivo del primer centanario del nacimiento del fotógrafo francés.)

El 27

Ayer, mientras pasaba por el Tajo (poesía llama a poesía), aturdido por la reiteración de las noticias radiofónicas sobre el accidente de Barajas, me dio por pensar en lo que escribí aquí sobre la poesía del 27. Tengo mala conciencia por esas rotundas afirmaciones. El caso es que escuchaba el cedé que me pasó Elías Moro donde Amancio Prada canta los Sonetos del amor oscuro, de Lorca, y me dije: cómo no elogiar esos sonetos o su libro Poeta en Nueva York. O Sobre los ángeles, de Alberti. O las deliciosas Fábulas, de Diego. O buena parte del Cántico, de Guillén. O la Primavera en Eaton Hastings, de Garfias, que no todo es canon. Incluso (en rigor, fuera del periodo) Hijos de la ira, de Alonso. Vamos, que el 27 no es sólo Cernuda, aunque la poesía de éste baste y sobre para celebrar la existencia de ese grupo poético. O eso pienso.

21.8.08

Más de premios

Aquí otra vuelta de tuerca sobre los premios, firmada en La Jornada Semanal por el poeta colombiano Harold Alvarado Tenorio.

El sobrino de Lampedusa

El sobrino de Lampedusa, el autor de la inolvidable El gatopardo, es entrevistado por Miguel Mora en El País.

20.8.08

A más (esto es, a menos)

Uno no acaba de comprender el despropósito de la ya famosa Güiquipeya. Ya, ya sé que lo mejor es dejarlo correr, pero... Es un confuso sentimiento que mezcla la vergüenza (propia y ajena) con el pitorreo. Me da pena pero al tiempo -no lo puedo remediar- mucha risa. Que promuevan el invento estudiantes de filología (o licenciados o doctores, profesores o no) es doloroso, sin duda. Que consienta la broma una enciclopedia que se quiere de referencia, inaudito. No es una cuestión de libertad sino de pura coherencia. ¿Lengua, idioma, estremeña (sic), Estremaura (sic)? De dónde se sacan, me digo, y con qué criterio, todas esas palabras que se inventan para nombrar cosas o acciones que el presunto castúo no ha recogido nunca, por la sencilla razón de que son nuevas y ese cúmulo de hablas locales remite a un mundo eminentemente rural.
Sólo falta que algún iluminado diga esta palabra es mía desde el ámbito de la política (seria). Será el principio del fin.

19.8.08

Cernuda

Por fin puedo empezar a leer Luis Cernuda. Años españoles (1902-1938), de Antonio Rivero Taravillo (he añadido su excelente blog a mis Enlaces), publicado por Tusquets. Llevaba tiempo detrás del libro pero... Confieso que es el poeta del 27 que más me interesa, con diferencia. No es pose, matizo. Ni malditismo barato. Es que soy un pésimo lector de los selectos vates de ese club. Incluso de Lorca, lo siento. Es una incapacidad mía, sin duda, porque nadie duda (o casi) que son todos (los canónicos y algunos que no) magníficos poetas. Leí a más de uno en otros tiempos con gusto (a Guillén, por ejemplo) pero en el definitivo juego de las relecturas esos poetas apenas existen para el lector que uno es. Ni más ni menos. Cernuda, claro, está fuera de esa rueda.
Lo dicho, vuelvo a su vida -nunca he dejado su obra, más de lo mismo-, con el recuerdo puesto, entre otras, en la biografía que del poeta sevillano (pero del mundo) escribió hace unos años mi admirado Eloy Sánchez Rosillo.

17.8.08

De vuelta

Ayer volvimos de Conil. Como nos pasa a todos, soy alguien distinto del que se fue. Creo que para bien. El caso es que allí hemos pasado quince días en la gloria. El temido levante saltó sólo una mañana y el resto han soplado frescos vientos de poniente. La luz del Sur ha hecho el resto.
No hemos tenido que saludar a ningún conocido (algo esencial para sentirse lejos de casa) porque al único que hemos visto no lo considera uno un personaje saludable.
Casi todo se ha ido en baños, paseos y lecturas. Del Diccionario Pla de literatura (en edición de Valentí Puig), de la poesía completa de Carlos Pujol, de la excelente biografía de Anna Ajmátova escrita por Elaine Feinstein, del Nápoles de la Ortese, de los cuentos de Askildsen, de La manía (que me hice regalar por mi cumpleaños), el último tomo de los diarios de Trapiello...
Allí leía uno por la mañana algunos párrafos donde el del Pago de San Clemente arremetía contra el arte de vanguardia (es un decir) y, por casualidad, esa misma tarde nos aventurábamos con los amigos conileños (matrimonios, hijos y sobrino) en el espléndido paraje de Montenmedio, en las cercanías de Vejer, donde se encuentra el NMAC, una fundación de arte contemporáneo y naturaleza. Lo mejor, a mi modo de ver, es el largo paseo en sí por aquel bosque. Además, las obras (llamémoslas así) de Sol Lewitt (rotunda en su monumentalidad), Shen Yuan (un puente de cerámica de una frágil y oriental belleza) o Susana Solano (una instalación en el mejor lugar). Nos divirtió mucho la Fuente de Sánchez Castillo y nos sorprendió el aire entre waterworld y madmax de la creación de P. Marthine Tayou. Con todo, me quedo con Nidos humanos, de Marina Abramovic, y eso que casi no la vemos.
Cada año se nos hace más corta la estancia en las costas gaditanas. Por eso está uno apesarado, que diría Trapiello. Bueno y porque mañana toca ya bajar a Mérida. Las vacaciones, sí, se han terminado. Lo noto, sobre todo, porque vuelve a dolerme la espalda.