28.12.07

Modiano

Uno lleva media vida persiguiendo la sombra de Patrick Modiano. A través, sobre todo, de los diarios de Miguel Sánchez Ostiz. También la he entrevisto, convenientemente emboscada, entre las páginas de Trapiello, Bonet y Llop. Y en alguna conversación con Julián Rodríguez. Nunca, sin embargo, había leído hasta ahora una novela suya. Por eso Un pedigrí (Anagrama) me ha sabido a gozoso reencuentro y su autor, allí retratado, un viejo conocido. Es más que probable que uno haya empezado a leer la obra de Modiano por donde debía. Y cuando debía. Ni antes ni después.
Relata Modiano que en el 59, de paseo por Pigalle, se codeó por primera vez "con los misterios de París" y, añade, "empiezo, sin darme cuenta del todo, a soñar mi vida". De ese sueño, de la parte sustancial de una vida, da cuenta esta intensa y perturbadora novela.