8.11.06

Pobre Isla

Uno también está en contra de la feliz idea de pavimentar los paseos de La Isla, un parque natural que, milagrosamente, había sobrevivido al tiempo y a las peligrosas ocurrencias de ciertos responsables políticos, aunque éstas no hayan faltado. Me sumo, pues, a la protesta de muchos placentinos que rechazan tan inútil y antidemocrática decisión. Ya puestos, valdría más que arreglaran mi calle, la Ronda del Salvador. El anterior alcalde -otra idea feliz, aquí no faltan- asfaltó... ¡sólo el centro! Subir y bajar de los coches es, como quien dice, un deporte de riesgo.