15.3.06

Sueño

Como al escribir, uno no sueña lo que quiere sino lo que puede. Porque ésta, como casi todas, es una verdad a medias, a veces nos soñamos con asuntos que nosotros mismos propiciamos. Preocupaciones, deseos... Safo aludió en un poema a una conversación que había mantenido con alguien en un sueño. La que, a buen seguro, no había podido mantener con esa persona, por la razón que fuera, en la dura realidad de la vigilia.
Suelo olvidar lo que sueño. No obstante, de pronto, una mañana se levanta uno feliz porque la noche ha hecho posible lo que el día, con obstinación, le niega. Se cumple así en el sueño lo que el sueño mismo tiene de promesa. Cuando deja de ser lo acostumbrado: pesadilla.