19.8.05

Discrepancia

Sí, disiento cariñosamente del parecer de mi amigo Santos Domínguez quien comenta en su blog que ha leído La lengua salvada, "una lectura indispensable, aunque impropia -según él- del verano gaditano, de esta luz, de este viento". Uno que también ha vuelto, ya se dijo, sobre ese libro (coincido) imprescindible, que antes leyó bajo otro título: La lengua absuelta, a unos pocos kilómetros de Chiclana, Roche mediante, bajo un fuerte levante y en medio de una luz tan turbia (por la calima) como deslumbrante, encontró, por contraste, beneficios: se hacían más llevaderos esos días de clima hostil gracias a las descripciones de Canetti y sus viajes infantiles a través de Europa. Por ese frescor intelectual que se mezcla en su obra con las atmósferas, frescas también, de Rustschuk, Manchester, Viena y Zúrich.