31.7.05

Al Sur

Ahora me toca a mí. Durante un par de semanas no habrá anotaciones en esta bitácora. Irán, de haberlas, al cuaderno con tapas de hule verde que me regaló Luis Sáez en Badajoz.
Ya tengo la mochila pequeña de Benetton (la que uso para llevar mis libros los domingos al campo) llena de los que me llevaré a Conil. La lengua salvada de Canetti, la antología de Robert Graves que acaba de publicar Pre-Textos, Otra Europa de Milosz, los ensayos del poeta Ángel González, el polémico volumen sobre poesía hispánica que han editado Sánchez Robayna y Jordi Doce (que ya tengo casi terminado), los Escritos y conversaciones del pintor Palazuelo, La Odisea de Walcott traducida por los hermanos Talens, el último número de Turia sobre Bolaños que me envió Maícas... Libros para leer o releer a la precaria sombra de una sombrilla. A ellos se sumarán, seguro, los que compre en Cádiz (por ejemplo en las librerías Manuel de Falla, en la Plaza de Mina -donde me llevó la primera vez Fernando Pérez-, Jaime y Quorum) o en San Fernando (la sección de libros de El Corte Inglés de Bahía Sur no está nada mal).
Ojalá pueda desconectar del trabajo. Por si acaso, tendré el móvil convenientemente apagado o fuera de cobertura.
En fin, amigos, que el levante nos sea leve. Hasta muy pronto.